Las presentes elecciones de la FECh están determinadas por las movilizaciones de este año. El futuro de las mismas depende en gran parte de esta disputa. Bajo nuestro punto de vista es necesario rescatar los avances en organización y politización, profundizarlos y darles un sentido al largo plazo que nos permita enmarcar las demandas por educación en un proyecto de sociedad que aspire a cambios profundos en el Chile de hoy. Creemos firmemente que la politización y organización de nuestra universidad no pasa exclusivamente por la conducción en la mesa de la federación, sino que nos parece prioritaria y necesaria la construcción de estrategias en conjunto y desde nuestras facultades, que posibiliten avanzar en bloque hacia nuestros objetivos de cambio. Hoy por hoy las estrategias que se desprenden de las candidaturas ponen el acento en la conducción y capacidad de convocatoria excluyente de un grupo u otro, no a subsanar el déficit de decisión política generalizada. Es por eso que como colectivo no somos parte de ninguna lista de las que se ha presentado para estas elecciones FECh.
Esto último porque nos parece que justamente el delineamiento de las estrategias de lucha y movilización pasa necesariamente por unas bases –nuestros compañeros- politizadas y organizadas, cuestión que queda en evidencia en el estado actual de estancamiento de las movilizaciones y cómo llegamos a éste. No desconocemos el que la ocupación de la FECh es relevante para esta tarea, pero no soluciona los motivos últimos de nuestro déficit como movimiento estudiantil, que se encuentran en la disputa y construcción política cotidiana en nuestros espacios locales, aspirando a enmarcarlo en proyectos más amplios de sociedad.
Queremos dejar en claro que el hecho de que hoy como colectivo no tengamos como prioridad la ocupación de la federación no quiere decir que abandonemos la FECh como un espacio de construcción y disputas políticas importantes para el país. Por el contrario, es desde esta base que pensamos que la federación debe transformarse y llenarse desde sus cimientos –espacios locales organizados y politizados- para que ésta realmente pueda cobrar relevancia tanto para nosotros como para la sociedad. En esta tarea como Colectivo Romanescu, de forma independiente a cualquier lista, hemos decidido proponer en la Facultad de Cs. Sociales un proyecto para la concejería. A pesar de las críticas que tenemos y luego de bastante reflexión en torno al rol de los concejeros en la universidad hasta hoy, pensamos que podemos aportar en la construcción política de ese espacio en particular a través de un proyecto que, en la práctica, sea transformador del rol del concejero –hasta hoy de transmisor de actas del pleno- en un espacio de articulación de las discusiones políticas en la facultad y con la universidad.
Finalmente reafirmamos nuestra convicción de la importancia que tienen las alianzas políticas y la unidad en la acción para lograr las transformaciones urgentes que nuestra sociedad necesita; dejando en claro que el que no apoyemos a ninguna lista no responde en ningún caso a un afán marginalista y que, de existir la posibilidad, seguiremos con un trabajo conjunto, cotidiano en la construcción de nuestros espacios.
Colectivo Romanescu
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